Él entró con sus amigos y él estaba ahí.
Él entró, saludó y lo vió.
Él justo había girado hacia la puerta y también lo vió.
Se vieron. Se miraron. El tiempo se detuvo.
Él lo saludó y se presentó.
Él sólo dijo hola, sin quitarle la mirada de arriba.
Él le sonrió.
Él bajó la mirada con timidez y sonriendo.
Había cosquillas. En él. En él. En ellos.
Él no creía en el amor ya.
Él no estaba acostumbrado a eso.
Él hacía tiempo lo buscaba sin saberlo.
Él no sabía de la existencia del otro.
Él ya lo había visto antes y le gustaba.
Él no tenía idea de que podía llegar a sentir eso.
Se miraron
Se gustaron
Se desearon
Se reojeaban
Se estudiaban
Se imaginaban
Se amaron.
En silencio, con complicidad, con picardía
Con testigos y sin ellos.